«La primer tarea de la educación es agitar
la vida, pero dejarla libre para que se
desarrolle» — Maria Montessori

María Montessori, una educadora Italiana que vivió y desarrolló un método de educación a principios del siglo XX; descubrió que los niños
desde su nacimiento y hasta lo seis años tienen una predisposición natural que los impulsa a realizar actividades que los conducen al refinamiento
de sus movimientos. A establecer una comunicación entre mente y cuerpo y a entender como funcionan sus cuerpos. 

Durante este período el niño muestra gran interés por imitar los movimiento que hacen los adultos: quieren copiar todo. 

El período sensitivo para el refinamiento del movimiento se divide en dos etapas: el desarrollo de la motricidad gruesa y la motricidad fina.
En otras palabras el uso de las piernas-cuerpo y el uso de las manos.

> MOTRICIDAD GRUESA

En esta instancia, nosotros como adultos cuidadores debemos proporcionarle oportunidades para gatear, rodar, correr, saltar, agarrar
y hacer equilibrio; para que sean activos e interactivos pues a través de la manipulación y de la actividad, refinan la coordinación,
el control y el movimiento.

En esta instancia, es importante que el bebé sea colocado en un posición cómoda y que el adulto cuidador no lo coloque en posiciones
que el bebé no pueda logras por si mismo. Acostarlo boca arriba, en un piso de goma o colchoneta rígida es una buena opción para que 
el bebé pueda comenzar a hacer movimientos autónomos aptos para su instancia de desarrollo.
Un GIMNASIO MONTESSORI, es una excelente opción en este punto para que el bebe pueda empezar a desarrollar la coordinación ojo-mano.
Así empieza una etapa de práctica llamada 'ensayo y error', que sucede al ver los objetos y tratar de agarrarlos con las manos.

Cuando empiece a andar (reptar, gatear, rolar, caminar, etc) se les puede dar:

— algún carro de madera para que empujen

— objetos que rueden (por ej. un sonajero)

> MOTRICIDAD FINA

Es el movimiento que realizamos con las manos. El mismo se desarrolla en los bebes a partir de los los 6 a 9 meses.

Por supuesto, que cada bebe/niño es diferente, es por esto que no debemos forzarlo o apresurarlo. Cuando esté listo allí podrá empezar
a manipular diferentes objetos. Con el paso del tiempo, el refinamiento avanza. En una primera instancia la manipulación de formas
geométricas y colores es lo ideal, allí podrías proporcionarles de:

— TORRE APILABLE

— JUEGO DE ENCASTRE

— TANGRAM

— TOBOGÁN DE BOLITAS

Ellos son los protagonistas de su propio crecimiento, hay que estar atentos y observar; de ese modo, ellos mismos nos cuentan
constantemente que es lo que necesitan.